Hoy presenté la iniciativa de Ley de Guarderías Universitarias. La propuesta tiene como objeto garantizar a las universitarias y universitarios el servicio de cuidado infantil para que puedan acceder y continuar con una educación superior sin limitaciones y discriminación. Permitiendo que las Universidades Pública y Privadas cuenten con espacios que brinden estos servicios. 

En el caso de las universidades privadas, se busca que el servicio tenga un costo que tome en consideración que la guardería infantil es de carácter social. En el caso de la Universidad  de San Carlos de Guatemala se financiarán en parte con el pago de cuotas mensuales por parte de los estudiantes matriculados. La cuota establecida no podrá ser mayor a la asignada por el Consejo Superior Universitario a los trabajadores para ese mismo servicio y abrirá espacios en centros regionales que actualmente no cuenten con este servicio. 

Estas guarderías infantiles deberán proporcionar atención médica, alimentación sana, programas educativos y formativos, con personal capacitado adecuadamente. 

¿Por qué es importante? 

Las brechas de desigualdad y roles impuestos en la sociedad afectan doblemente a las mujeres y derivado de las medidas para contrarrestar la pandemia, se aumentó considerablemente la carga laboral de cuidados en el hogar, una carga históricamente invisibilizada en las mujeres.

El reciente informe del Desarrollo Humano del PNUD evidenció este rol impuesto a las mujeres, las cuales tuvieron un aumento de tareas de Cuidado infantil en un 28%. Teniendo un impacto en la educación de las mujeres universitarias. Muchas dejaron sus estudios, los retardan y otras no optaron por cuidados, es decir, asistencia y apoyo educativo a menores. 

En Guatemala ya es difícil acceder a la educación superior, solo el 4.6% de la población cuenta con un título universitario. Y esto se vuelve un reto más grande para las mujeres. 

De 23,822 mujeres graduadas en el 2019, en el 2020 solo se graduaron 7,185; una disminución 69(%) preocupante y que no es equiparable a los graduados hombres siendo 15,128 en el 2019, y que representó una disminución del 24% en el 2020. 

De la misma forma, las matrículas sufrieron disminuciones considerables aproximadamente 38,204 mujeres, el 18%  no se inscribieron en las universidades en comparación con el 2019, tomando en cuenta que las mujeres en años anteriores habían demostrado un crecimiento significativo en ingresos a universidades. En la matrícula de los hombres afectó un 15% en comparación con el 2019. 

Con esta iniciativa se brinda una respuesta a una parte de una problemática profundizada a raíz de la pandemia, que no se aborda y que está vulnerando el derecho a la educación, principalmente a las mujeres.

Además de ser un aporte, para que los índices de desarrollo humano en materia de educación superior superen esta brecha de desigualdad que limita el desarrollo y superación académica de las y los guatemaltecos.

Así que con mucho agrado presento esta iniciativa de ley, que se suma a la agenda por los derechos de las mujeres. Una agenda pendiente de este congreso y que seguiré exigiendo como diputada, desde este espacio, para que las luchas de hoy sean los derechos de mañana.